Migración y emociones
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Lo más difícil de la maternidad no es el cansancio. Es la soledad.
Siempre escuché que lo más complicado de ser mamá era que ya no volvería a dormir como antes. Y la verdad, yo amo dormir. Tal vez por eso retrasé tanto esta decisión. Y sí, no dormir es horrible. Se siente como una especie de tortura: levantarse cada dos horas para dar pecho, en una secuencia que no se detiene, ni de noche ni de día. Pero aún así, no creo que eso sea lo peor. Lo más desgarrador ha sido la soledad. Y lo curioso es que no estoy sola. Mi esposo es un papá presente. Hace su parte. Trabaja todo el día, pero al llegar a casa cuida al…