Historias compartidas,  Red de apoyo

Falta de apoyo en la maternidad: cómo influye en la decisión de no tener más hijos

Si me hubieses preguntado hace cuatro años si quería ser mamá, te habría dicho que no… pero que si algún día me decidía, tendría dos hijos seguidos, sin perder tiempo.

Hoy, después de ser mamá, mi respuesta es mucho más complicada.

Hay algo en los bebés… son magnéticos, adictivos. No puedes dejar de mirarlos, y a medida que crecen piensas: “Ay, ¿y si tenemos otro?”. Y no es solo eso: ver crecer hermanos juntos, saber que se tendrán siempre… quienes lo hemos vivido sabemos que es hermoso.

Me habría encantado eso para mi hijo. Pero la realidad es que, en nuestro caso, no será así.

Nunca pensé que decidir cuántos hijos tener no dependiera solo de lo que queríamos como pareja. En mi caso, dependió también de la ayuda que tuve… y de la que sé que no tendré.

Los meses de trasnocho que aún no terminan. El cansancio acumulado. La ansiedad que me ha generado. El golpe que todo esto le dio a mi salud mental. La relación con mi esposo, que hemos tenido que reconstruir día a día. Y mi relación conmigo misma… no para volver a ser la Maibeth de antes (porque ella ya no existe), sino para conocerme en esta nueva etapa y volver a enamorarme de mí.

Por eso, hoy decidimos ser una familia de tres. No porque no queramos otro bebé, sino porque queremos cuidar y proteger la hermosa familia que ya tenemos.

Sé que mi cuerpo no aguantaría otro ciclo de trasnocho y agotamiento. Sé que eso se traduciría en frustración hacia mis pequeños, hacia mi esposo y hacia mí misma. Y no quiero que ellos tengan lo peor de mí.

Prefiero darles todo mi amor, tiempo y energía a mi hijo, a mi esposo, a mi familia, a mis proyectos… y a mí. Seremos tres. Y eso está bien.

Pero claro… para la sociedad es fácil opinar:

• “Más adelante te vas a arrepentir”.

• “Pobrecito, sin hermanitos”.

• “Bueno, así es más fácil para ti” (como si estuviéramos compitiendo por quién la tiene más difícil).

• O el clásico: “Si querías tranquilidad, ¿para qué tuviste hijos?”.

Al final, siempre habrá alguien con algo que decir sobre tu maternidad. Pero la única opinión que realmente importa es la tuya y la de tu pareja.

💭 Recuerdo una noche de tantas…
Estaba tan cansada, el día había sido agotador y mi bebé no se quería dormir. Ya lo había caminado por toda la casa, mi esposo también, y él seguía sin querer dormir.

Yo ya no sabía qué hacer, quería gritarle… y exploté a llorar.

Sé que es solo un bebé, que llora porque me necesita, pero a veces el cansancio saca partes oscuras de ti.

Y en esos momentos, una red de apoyo puede marcar toda la diferencia.
Un abrazo, una siesta, un “yo te lo cargo mientras te duchas tranquila”.

No siempre lo tenemos,

y por eso, hoy más que nunca, necesitamos acompañarnos entre nosotras.

Si tú también has sentido el peso por la falta de apoyo en la maternidad o has tomado decisiones que otros no entienden, recuerda que no estás sola. Tu maternidad no se mide por la cantidad de hijos que tengas, sino por el amor y la presencia que les entregas cada día. Aquí, en este espacio, podemos acompañarnos sin juicios, compartir nuestras historias y recordarnos mutuamente que lo estamos haciendo bien, incluso cuando nadie más lo dice. 💛 

¿Te sentiste identificada? Cuéntame tu historia en los comentarios o escríbeme. Estoy segura de que compartir lo que sentimos nos ayuda a sanar y a acompañarnos.

Un abrazo grande,

Mai 🌿

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *