
Lo más difícil de la maternidad no es el cansancio. Es la soledad.
Siempre escuché que lo más complicado de ser mamá era que ya no volvería a dormir como antes. Y la verdad, yo amo dormir. Tal vez por eso retrasé tanto esta decisión.
Y sí, no dormir es horrible. Se siente como una especie de tortura: levantarse cada dos horas para dar pecho, en una secuencia que no se detiene, ni de noche ni de día.
Pero aún así, no creo que eso sea lo peor.
Lo más desgarrador ha sido la soledad. Y lo curioso es que no estoy sola.
Mi esposo es un papá presente. Hace su parte. Trabaja todo el día, pero al llegar a casa cuida al bebé, muchas veces deja el almuerzo listo, y en cuanto a las tareas del hogar, intentamos repartirlas.
Pero aún así, me siento sola. La soledad en la maternidad puede ser tan silenciosa como profunda.
Es no dormir por la noche y saber que tampoco lo harás durante el día. Porque no hay una mamá, una hermana o alguien cerca que cuide al bebé un rato, mientras tú descansas … o simplemente almuerzas en paz.
Es tener una duda con tu bebé y no saber a quién preguntarle. Tu familia, del otro lado del mundo, está dormida.
Es sentir que todos los días se ven iguales.
Es ver cómo tu humor cambia, cómo te vuelves más irritable, más ansiosa… incluso un poco depresiva.
Y así nace Creciendo en Red: desde esa necesidad de conexión. De saber que hay otras mamás allá afuera que también se sienten así.
De poder decirlo, compartirlo, sostenernos —aunque sea a través de una pantalla— para no sentirnos tan solas.
Ser mamá ha sido lo más retador y transformador que he vivido.
Me ha hecho descubrir que soy más fuerte de lo que pensaba. Que soy suficiente. Que puedo con esto. Que amo profundamente. Que soy hogar. Que soy protección.
Agradezco inmensamente a mi esposo por ser ese compañero presente.
Y desde lo más hondo, mi admiración a esas mamás que, sin red de apoyo, lo están dando todo cada día.
Tú que me lees: lo estás haciendo muy bien. Si quieres contarme tu experiencia, escríbeme.
Estoy segura de que compartir lo que duele es otra forma de sanar.
Un abrazo grande.
Mai 🌿

